Sábado Happiness' Guerrilla

Happiness' Guerrilla

Guerrilla:
f. Partida de tropa ligera, que hace las descubiertas y rompe las primeras escaramuzas
f. Partida de paisanos, por lo común no muy numerosa, que al mando de un jefe particular y con poca o ninguna dependencia de los del Ejército, acosa y molesta al enemigo
Felicidad:
f. Estado de grata satisfacción espiritual y física
f. Persona, situación, objeto o conjunto de ellos que contribuyen a hacer feliz
(Diccionario RAE)

19 marzo 2007

Para apurar en un post los 15 minutos que le quedan al día

Tengo al menos cinco motivos:
1. Es el inventor de los personal shoppers. Si quieres regalarle ropa, el dueño de la tienda donde compra desde hace 25 años te puede decir qué talla usa, qué tiene en el armario y qué le hace falta. Y esto no sé si es positivo o negativo, pero Bertín Osborne ha acabado copiándole el estilo en los anuncios de Navidul.
2. Cuando pone cara de "no tengo ni idea" sube y baja las cejas y frunce los labios de una manera que es ya marca de la casa. A los demás no nos sale más que sin querer ("Ay, acabas de poner la cara de papá", "No jodas. ¿Y cómo? ¿Así?", "No, no ya nada", "A ver en el espejo"... que no, que ni de coña lo podemos repetir).
3. O no tiene interés por nada o se le desatan hobbies repentinos y apasionados, que nos han llenado las casas de libros de Isabel Allende, arcones hechos con viejas cajas de vino, cestos de mimbre, muebles "espigados" de la Colonia Mirasierra...
4. Es capaz de mantener durante minutos una conversación en la que sólo se dicen dos palabras: Señor Rúa. Este nombre, que vendría a ser su alias guerrillero, es en realidad el de un antiguo jefe suyo, que también lo era del gaitero de su pueblo (que puede ser materia de muchos posts). Desde hace unos 30 años mantienen una diatriba en la que cada uno se empeña porque el otro acepte el pseudónimo del ex-jefe, que como se puede sospechar debió salir de la boca de ambos incontables veces rodeado de sapos, centellas, mecaguens y lamadrequeteha... La cosa comienza de esta guisa.
Sr. Rúa 1 (al ver al otro en la puerta de casa): EEEEEEEEEEEeeehhhh Señoooooorr Ruuuuuua
Sr. Rúa 2: Eyyyyyy Señor Ruaaaaaaa, ¿qué tal está el Señor Rúa?
Sr. Rúa 1: Míralo al Señor Ruaaaaa
(... hasta el infinito) ¿Tiene esto algún sentido? Ninguno. ¿Siguen haciéndolo? Sin parar.
5. Se le reconoce inmediatamente por teléfono porque descuelgas y te pregunta "¿Quién eres?"
...Y seguiría y seguiria, pero estoy a punto de convertirme en calabaza. ¡Felicidades, papá!

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16 marzo 2007

Cuenta atrás de las Fallas en el Barrio de la Pili


Decíamos ayer... que una de las cosas más difíciles de la vida, tanto como tener un buen novio o encontrar piso barato, es tener unos padres normales. A Larrós, eso de desayunarse con la kale borroka de los suyos, con casi 60 añazos, le ha pillado a contrapié, de vuelta de las sesiones fumeta y con su vestido de antigua de ir a la Feria del Caballo. Por si acaso tiene que darles piso franco, ha apañado una habitación con dos camitas.
Su madre, del sector negociador, en declaraciones a su mismísima hija:
"hacer manifestaciones y quejarse está bien, pero este vandalismo, no, que ayer a la vecina de enfrente por poco le estalla en la cara un petardo que pusieron en un parquímetro".
A su padre, que vive por y para, se le puede oir en la COPE los viernes a las 15h y escuchar en cualquier otro medio una semana sí y la otra también.
Ésta es de esas ocasiones en que te alegras de que Susana Hidalgo sacara 5 décimas más que tú en el examen de selectividad y ahora sea ella quien haga la crónica de Madrid para El País, no te fuera a tocar ir un día de éstos a entrevistarles al calabozo, con la grabadora en una mano y una muda en la otra.
Aún está Larrós rezando una novena a Viva Cristo Sacramenteado para que la ola nudista no salte de barrio. Al contrario de los de Hortaleza, los del Barrio de la Pili nunca han sido muy de quedarse en pelotas, pero no se puede bajar la guardia porque la familia es así, en cuanto te descuidas se te desnuda uno. A la nuestra se nos desnudó un ex cuñado ciclista para protestar porque se le acercaban mucho los coches, y hasta yo hice un topless para quedarme a vivir para siempre sobre una playa (afortunadamente no hay fotos de ninguna de las dos ocasiones).
Ya tocaría que Cuatro emitiera un SOS Padres, que no se enteran de dónde están los auténticos problemas de la sociedad: ¿por qué a mi padre le da por depilarse las piernas pasados los 55? ¿así va más aerodinámico a la ruta del colesterol? ¿por qué el de Carrie tiene que conducir 170 km para comprar pipas? ¿por cuánto salen las pipas de Tarancón si les sumas la gasolina?

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26 noviembre 2006

Habemus sofá

- Mamá, ¿puedes ir a casa el lunes por la tarde, para abrir a los que llevan el sofá?
- Tendrás que dejarme las llaves
- Están en casa de Lachusa. Cógelas de allí.
- ¿Y si se pone de parto?
-......
Esta pregunta sólo la puede dejar así en el aire una madre. Viene con el cargo. Es nombrarte la naturaleza madre y comenzar a inflar interrogantes y lanzarlas al aire como globos, o como burbujas... que atraviesas luego toda tu vida de hija sobrevolada por decenas de globos, o de burbujas, o lo que a tu madre le dé por inflar, con algunas de las claves para el éxito de tu vida como adulta:
- ¿Has dejado la cama hecha por si roban, o hay un escape de agua, o un incendio y tiene que entrar alguien de improviso?
- ¿Llevas las bragas limpias por si te pasa algo y tienes que ir al médico?
Estos dos clásicos demuestran que no hay excusa que valga para la limpieza y el orden. Aún en las situaciones más desesperadas, puedes hacerte la Rainman ante las catástrofes y seguir ahí, doblando tu ropa mientras comienzas a chamuscarte o entrando a un H&M a comprarte unas bragas con medio apéndice fuera.
Pero... ¿por qué en estas situaciones que te ponen en el brete de reaccionar ante la hecatombe mayúscula o ante tu pequeña miseria siempre hay un uniforme implicado? Policías, bomberos y médicos, preferentemente. Porque al final éstas son de las contadas ocasiones en las que vas a ir a parar sin esperarlo frente a un hombre con uniforme. Y como alguien capaz de verse todas las series americanas de profesiones que salen en la tele, doy fe de que las expectativas son muy altas.

Claro, con este razonamiento ya no parece tan inverosímil que ante las primeras contracciones del parto, el primer impulso sea ir a depilarse (lo que se explica menos es comerse, además, un bocadillo de mortadela, pero hay personas y personas). Documentado, 3 de cada 4 mujeres conocen a alguien que lo ha hecho.
Pero recordemos que la duda de mi madre era:
- Cuando tu sobrina se pone de parto, ¿hay que ir al hospital o quedarse a esperar un sofá?
Parece ser que lo segundo. Desde luego, fue lo que ella hizo, como cabía esperar.
P.S.1: No, sólo me han servido el sofá, no al que me lo vendió.
P.S.2: Acaba de salir el anuncio de los Chiquiprecios y es verdad que asusta; lo dobla esa niña llena de mocos que sale en Buenafuente.

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